Camión mineroUna de las características esenciales de Chile es su potencial minero, uno de los más grandes del planeta y por lo mismo se requiere una productividad de alto ritmo, donde no haya espacio para fallas tanto mecánicas como humanas.

Es ahí donde entran los camiones mineros de alto tonelaje, verdaderas moles destinadas exclusivamente a las faenas mineras y para las cuales, prácticamente no hay cargas que no puedan llevarse.

Estos vehículos pueden alcanzar fácilmente los 13 metros de largo, 8 de ancho y 8 de alto, tamaño que les permite cargar alrededor de 300 toneladas de carga, algo semejante a levantar unos 50 elefantes africanos.

Para tales fines, se cuenta con vehículos de seis ruedas cuyos tamaños se acercan a los 3,5 metros, además de tener un consumo de unos 3.000 litros diarios, casi lo que un auto gasta en dos años.

Otros componentes esenciales son las palas electromecánicas, las cuales se encargan de extraer los minerales desde el yacimiento, así como dar forma a este mediante diseños planificados que eviten los peligros por derrumbes y deslizamientos de tierra.

Cifras a todas luces impresionantes, pero que no son para nada sencillas de lograr, ya que así como la minería es un sector importante para la economía y trabajo del país, lo es también el saber operar adecuadamente la maquinaria pesada y en particular, el camión minero.

Camiones de alta complejidad

Antes de sentarse a operar camiones mineros, son varios los factores a considerar respecto de la maniobrabilidad de estos. Por ejemplo, son pocas las rutas por las que estos pueden transitar y en la gran mayoría de los casos, la máquina debe construirse en el lugar donde va a operar; se traslada la línea de montaje a la mina y ahí se van acoplando las piezas, haciendo soldaduras especiales y pruebas de funcionamiento, lo cual requiere de al menos 10 o 15 expertos, entre ingenieros y técnicos.

En cuanto al desplazamiento de estos camiones, sus motores pueden llegar a los 15 mil centímetros cúbicos y 4 mil caballos de fuerza, lo suficiente para acarrear varios autos pequeños; tal es su potencia, que en muchos casos los motores de combustión alimentan a plantas motrices eléctricas para cada rueda. Por esa misma capacidad de trabajo y el desgaste que sufren, cada rueda cuenta con tracción independiente e incorpora fluidos especiales como nitrógeno u oxígeno líquido.

Se entiende entonces, que manejar un vehículo de tal magnitud no es cosa sencilla, se requiere un dominio absoluto de todos los conocimientos teóricos y prácticos para que las labores al mando de estos verdaderos monstruos sean efectivas, para lo cual un curso de capacitación es la mejor herramienta.

Antes de operar esta maquinaria pesada, el operario debe someterse a entrenamientos simulados, que le permitan poner en práctica todo lo aprendido, manejar un camión de forma virtual teniendo en cuenta las dimensiones que este posee, el trabajo en determinados tiempos y por supuesto, los elementos de riesgo que pueda haber durante el trabajo, ya sea por fallas mecánicas, error en las normas de prevención de riesgo o sencillamente, descuidos del factor humano.

Ya lo sabe, no cualquiera puede operar un camión minero de alto tonelaje, lo más sabio es someterse a cursos de capacitación en esa maquinaria, el cual lo dotará con todo lo necesario para manejar de la mejor manera las moles metálicas de la minería.